A principios del 2020, apuesto a que mis días se parecían mucho a los suyos.
- Despertar
- Conseguir TODO EL CAFÉ
- Despertar a los niños
- Empacar almuerzos
- Cargar mochilas
- Manejar a la escuela
- Ir al trabajo
- Hacer transporte escolar
- Venir a casa
- Hacer las tareas
- Cenar
- Acostarse
- Repetir
Era una rutina cómoda, que en ese momento, en la monotonía, se sentía sofocante.
Entramos a un nuevo ritmo familiar
Pero entonces, llegó marzo de 2020.
Y lo que solíamos pensar era una rutina de vida sofocante se convirtió en un anhelo de cambio con respecto al ritmo en el que vivimos actualmente. Donde todos los días se ven iguales, y a veces la ropa que usamos día tras día también.
Lo que he visto una y otra vez en estos tiempos extraños es la recomendación para que las personas mantengan un sentido de rutina. Es por eso que aún debemos vestirnos por la mañana. Es una buena idea que nuestros hijos hagan sus tareas escolares en una mesa y sillas, comenzando aproximadamente a la misma hora todos los días. Porque la rutina nos ayuda a aprovechar al máximo el día.
En Parent Cue, hemos hablado mucho sobre cómo podemos usar nuestro ritmo diario para conectarnos de manera significativa. Hablamos específicamente de 4 momentos distintos, cada uno de los cuales nos brinda oportunidades únicas para ser más intencionales con nuestros hijos: la hora de comer juntos, hora de conducir, hora de dormir y hora de la mañana.
- La hora de comer nos permite tener una conversación más intencional. Nuestro papel como padres es una especie de maestro.
- La hora de conducir nos da tiempo para el diálogo informal. Nuestro papel como padres es más como un amigo.
- La hora de dormir es un momento para una conversación más íntima. Nuestro papel como padres es ser consejeros.
- La hora de la mañana es el mejor momento para ofrecer palabras de aliento. Nuestro papel como padres es ser una especie de entrenador.
Entonces, ¿cómo se ve todo esto en los días de autoaislamiento y cuarentena cuando nuestro ritmo diario se ha alterado significativamente? ¿Cómo podemos seguir usando estos tiempos para ser intencionales?
Aquí hay algunos consejos.
Hora de Comer
Estoy dispuesto a apostar que las familias nunca han pasado más tiempo alrededor de la mesa de lo que están haciéndolo en este momento. ¡Tome ventaja de eso!
Como un momento para debates más formales y momentos de enseñanza, use este tiempo para hacer una especie de repaso del día.
- ¿Cómo nos fue hoy con eso de volvernos locos los unos a los otros?
- ¿Cómo lo hicimos cuando se trataba de hacer lo que se necesitaba hacer, y terminarlo?
- ¿Dónde no lo logramos hoy? ¿Dónde podemos mejorar?
- ¿Cómo sería una victoria mañana?
- ¿Qué deberíamos comenzar a hacer? ¿Dejar de hacer? ¿Continuar haciendo?
- ¿Qué nos funciona en nuestra rutina diaria y qué no?
- ¿Cuándo son los momentos en los que es más probable que tengamos mal humor el uno con el otro? ¿Cuándo son los momentos en que estamos en nuestro mejor animo?
Hora de Conducir
Sin deportes, clubes y fechas de juego, el tiempo de conducir probablemente se ha reducido drásticamente.
Pero eso no significa que aún no pueda salir a conducir, o cambiar el tiempo en el automóvil por el tiempo que pasean juntos por el vecindario. Aproveche este tiempo para respirar profundamente, literal y metafóricamente, como familia.
Si salir de la casa es imposible, programe tiempo cada día para resolver un rompecabezas, jugar un juego de cartas o ver juntos algunos videos divertidos de YouTube. Este es un momento para descomprimirnos del estrés de nuestra realidad actual y recordar que les gusta pasar tiempo con el otro y que la risa siempre es una buena medicina.
Hora de Dormir
El tiempo acurrucado con mis hijos en estos días nunca ha sido tan importante. Pasar cada día y llegar a la hora de acostarse ahora más que nunca es una victoria. ¿Por qué no dejar que sus hijos sepan eso?
Mientras los está acurrucando o diciendo buenas noches, hágales saber lo orgulloso que está de la familia y de ellos. Aproveche este tiempo para comunicarse emocionalmente con ellos: ¿cómo les va? ¿Se sienten asustados, frustrados, ansiosos o abrumados?
Para los niños más pequeños, tal vez ayúdeles a descubrir cuáles son esos sentimientos y cómo podrían aparecer en sus cuerpos y comportamiento. Rasque sus espaldas y recuérdeles las cosas que son ciertas sin importar lo que pase en esta extraña temporada.
Recuérdeles que Dios es bueno y que Él está cerca, y que por más difícil que sea este tiempo para todos, podemos hacer cosas difíciles juntos.
Hora de la Mañana
Para mí, los horarios de la mañana siempre han sido un desafío, incluso antes de una pandemia mundial. Pero en estos días, las mañanas son aún más difíciles.
La idea de enfrentar otro día en casa, en lugares cerrados con trabajo para mí y para mi esposo y para los niños, y sin un final a la vista… es suficiente para llevarme a un lugar oscuro. Es por eso que nuestro papel como entrenadores ofreciendo palabras de motivación es tan importante.
Establezca el tono para el día. Dé una charla motivadora (para usted y sus hijos). Ofrezca un sentido de estructura para lo que depara el día. Incluso si usted no es una persona que hace “lista de tareas” (no lo soy), cree una lista de cosas para lograr ese día. Cepillarse los dientes y vestirse cuentan como elementos de la lista.
Establezca “descansos” predeterminados para las responsabilidades. Brinde a los niños y a toda la familia la mayor visión posible del día, y luego anime a todos a que participen para que esto suceda.
Uno de los regalos inesperados de esta temporada es el tiempo que pasamos juntos. Pero como todas las cosas, demasiado de algo bueno puede ser demasiado. Entonces, ¿por qué no buscar maneras de hacer que los momentos cuenten? Tener el tiempo en estos días no es el problema. Pero hacer que el tiempo cuente es un poco más un desafío.
Así que haga que cuente. No será perfecto Habrá días que estaremos contentos de ver el final. Días en los que estaremos metidos en el teléfono. Días en los que no estamos seguros de que podamos seguir otras 24 horas en este escenario. Está bien. Eso nos hace humanos.
Pero, ¿por qué no intentar algo más que la supervivencia? ¿Por qué no optar mejor por la intencionalidad en medio de la supervivencia? Podríamos sorprendernos de lo que encontramos cuando lo hacemos.
Traducido por: Desriee Chaviel